Las primeras impresiones de tu hogar se dan desde que tus invitados entran por la puerta. Por eso, no puedes pasar por alto ningún detalle.

Elige un felpudo que dé un toque divertido y personal a tu hogar. Este es el primer elemento que verán tus invitados, así que escoge uno que encaje con tu carácter y cause una buena impresión al entrar.

La ropa de cama es uno de los elementos más importantes a la hora de elegir el textil del dormitorio. Opta por colores neutros que evoquen calma y tranquilidad para un mejor descanso.

Además, no puede faltar un par de alfombras. Imagina despertarte por la mañana y poner los pies descalzos en una alfombra suave que los arrope. Añade una a cada lado o, en su defecto, una más grande a los pies de la cama, para aportar calidez a la estancia.

El toque final lo aportarán los cojines. Combina diferentes tamaños y texturas para conseguir un efecto más acogedor.

El estilo del sofá es fácil de cambiar si se cuenta con los artículos necesarios.

Un multiusos podrá servirte tanto de funda, aportando un estampado y toque diferente, como de manta. Además, puede combinarse con cojines de su mismo estampado y con otros lisos, consiguiendo un estilo coherente, pero no recargado.

Las cortinas también forman parte de estos pequeños detalles de la casa que se pueden cambiar de manera sencilla, consiguiendo un gran efecto visual. Es importante elegir su color y tupidez según la cantidad de luz que queremos que entre a la sala. Los tonos claros se adaptarán a la perfección a los salones de menor tamaño que no disponen de mucha luz natural.

No te olvides de las alfombras. Estas siempre son una buena opción para aportar un toque de color y aportar personalidad a la habitación. Cámbialas según la estación del año, jugando con las texturas, eligiendo materiales más cálidos en invierno y más frescos en verano.

Según la época del año, puedes darle un toque más alegre y colorido con tonos vivos, o más sobrio y elegante con tonos neutros. Para ello, solo tienes que cambiar los culeros de las sillas, una forma económica de alternar su color durante el año sin tener que tapizarlas.

Si eres de los que prefiere combinar colores, puedes utilizar varios que se complementen entre sí.

Elige toallas de algodón en tonos claros para dar un toque relajado y limpio al baño, o tonos más oscuros si quieres aportar un punto de color que rompa con los neutros.

Además, no puede faltar una alfombrilla que combine con el ambiente de tu baño en la que puedas situarte al salir de la ducha para realizar tu rutina diaria.

Ahora que conoces los trucos para renovar la decoración de tu hogar utilizando solo el textil, ¡cuéntanos qué te parecen en los comentarios!